- ¡Elinne! ¡Elinne, baja a cenar!
* ¡Voy mamá!
Dejé mi diario y salí corriendo antes de que mamá empezara a gritar más, puede ser irritante cuando no se le hace caso a la primera.
Una vez en la cocina vi a mamá y a mi pequeño hermano sentados con sus respectivas comidas delante.
- Siéntate ya a la mesa, que como siempre se te va a quedar la cena fría.
Sin decir nada me senté a la mesa y miré mi cena, puré de patatas con algunas judías verdes y y un par de lonchas de bacon, peores cenas me he comido, hoy era una excepción.
Mi hermanito me miraba como siempre lo hace, con esa cara de no enterarse de nada, pobrete, que se va a enterar si tan solo tiene 2 años.
Mientras masticaba un trozo de bacon, vi como mi madre clavaba su mirada sobre mi (temo esa mirada, sé que me va a preguntar algo de lo que me va a incomodar).
- Elinne, cielo, ¿donde vas todos los días con los libros del colegio?
* A estudiar (mirada de chica buena)
- Cariño, nunca lo has hecho y no te llevas muy bien que digamos con los chicos de aquí.
* Mamá, no es mi culpa que sean unos brutos de pueblo.
- No hables así de los chicos, tarde o temprano tendrás que hablar con ellos, hacer amistad, son de tu edad y van a tu clase.
* Mamá, llevamos en este pueblo más de dos años y solo saben decirme que si soy una finolis, que si soy muy cursi y que si soy una chica de "ciudad", cansa mamá.
- Tampoco es que que tú hagas mucho por comprenderlos, están acostumbrados a una manera de ser y no te interesa integrarte.
* Jo mamá, sabes que lo he intentado muchas veces, pero si no hago lo que hacen ellos me tachan de cursi, ¿que hago? solo saben gritar y decirte que si no haces esto o lo otro no entraré en su grupo, ¡pues que se vayan al peo!
- ¡Elinne! esa boca, tu hermano está escuchando y se queda con todo.
* Pues eso es una de las cosas que están diciendo cada dos por tres esos chicos con los que quieres que me junte.
Mi madre me miró con cara de "no quiero hablar más del tema" y yo seguí comiendo mi cutre cena.
Como decirle que había encontrado en un charco a un ser de aspecto bastante raro y que le estaba enseñando con los libros del cole como era el mundo para que supiera como era, no, paso, no le digo nada o es capaz de llamar a un médico de esos de la cabeza.
Terminé de cenar, recogí mi plato y mi vaso, subí a mi habitación a pensar como una posesa que excusa decirle para la próxima vez que me preguntara.
Nah, estoy muy cansada y mañana hay cole, en clase me inventaré algo para decirle.
Como todos los días mi madre me despertó para desayunar, desayuné corriendo con la excusa de llegar al cole temprano, se lo creyó, y corrí hacia el callejón donde vive Princesa, quería verla antes de entrar al cole y así darle un cuadernillo con fotos de los monumentos más conocidos del mundo.
Llegué asfixiada de tanto corre y allí estaba ella, con sus ojitos raros mirando desde el charco.
- ¡Hola Princesa!
* Hola Elinne, ¿Que me traes hoy para ver juntas?
- Juntas no, te lo traigo para que lo veas tranquila y luego me preguntas tus dudas.
Tengo que ir al cole y si llego tarde mi madre se enterará y no podré venir en un tiempo.
* Mamá... Es la persona que te hace y te cuida hasta que eres mayor y ya no te hace falta.
- ¡Ja ja ja ja ja, como eres, así tal cual suena muy mal, sí es una de las dos personas que te "hacen" y cuando eres pequeño te cuida y alimenta y te compra ropa y te enseña cosas de la vida, cuando ya crecemos, sabemos muchas cosas gracias a ella y al colegio, podemos conseguir trabajo y ya nos alimentamos solos, y nos compramos la ropa nosotros solos, pero sigue haciéndonos falta y nos sigue cuidando, eso dice mi madre.
* ¿Y como se hacen los niños como tú?
- ¡Ja ja ja ja ja ja ja ja ja, de verdad un día me matas de la risa, eso es muy complicado de explicarte, ni yo aún sé muy bien como es, algo sé, pero no mucho, mamá me dice que eso lo aprenderé cuando tengo unos años más y también me da vergüenza decirte lo que sé.
* ¿Y me lo explicarás cuando lo sepas?, es que yo no sé como me hicieron, no tengo ha nadie como yo que me lo pueda explicar, supongo que tiene que ser parecido a como se hacéis los humanos.
- O quizás no, eres mágica.
* No tengo magia, no vuelo, ni tengo barita mágica como en los cuentos que me has leído, no muevo cosas y no hago aparecer cosas de la nada.
- Es verdad, pues para ser un ser "de otro mundo" eres muy normalita.
* No soy de otro mundo, soy de aquí, igual que tú, "nací" en este pueblo al igual que tú.
- Yo no nací aquí, solo llevo como unos 2 años viviendo aquí, mi madre se vino a vivir a este pueblo porque mi padre se fué, lejos, entonces una tía suya le dijo que se viniera al pueblo que había una casa sola y podía trabajar en su tienda.
* Entonces has viajado lejos, conoces sitios, me tienes que contar muchas cosas que viste.
- Eso lo haré después del cole, que llego tarde y no quiero que me castiguen.
Salí corriendo antes de que tocara el timbre, conseguí entrar por los pelos, pero lo conseguí.
A primera hora tocaba matemáticas, esa insufrible asignatura que me hacía entrar en sueño y donde aprovechaba para pensar en Princesa.
Me hacía muchas preguntas sobre ella, pero ella no me podía contestar a ninguna, estaba igual que yo, solo sabía que estaba en ese charco desde que tenía uso de razón, que no había hablado con nadie nunca, que sabía mi idioma de escuchar a las personas que pasaban de lejos por allí, que llevaba mucho, muchísimo tiempo por eso de hablarlo más o menos bien.
Estaba conociendo y aprendiendo cosas gracias a mi, de los libros del cole. Ella aprendía y yo repasaba, que según mi madre me hace falta.
Intenté buscar cuentos o fábulas de algún ser que viviera en el agua por ese pueblo, pero la biblioteca que había era en el colegio y no había muchos libros que digamos. Pensé muchas veces en preguntar a algún anciano o anciana del lugar, pero pasaba de hacerlo, lo que le faltaba a mi madre, que fueran a mi casa a decirle que su hija andaba preguntando cosas raras por ahí.
Llegó la hora de salir del cole y me dirigí corriendo a casa, para comer y visitar a Princesa.
- ¡Hola mamá!
* Hola Elinne, ¿donde vas tan acelerada?
- A comer
* ¿Porqué tanta prisa?
Ahí me dí cuenta de que me iba a volver a preguntar lo mismo de ayer, puse mi celebro a funcionar intentando dar la respuesta correcta.
- Por que encontré un sitio muy bonito y tranquilo donde hago la tarea y estudio.
Puse la mejor cara de "soy una hija buena y lo hago para sacar buenas notas"
* ¿Segura?, ya veremos las notas a final de trimestre, como sigas igual ya veremos eso de ir a estudiar a ese lugar "bonito y tranquilo"
- Claro mamá, verás que he mejorado, de verdad.
En parte tenía razón, desde que le estaba enseñando cosas que aprendía en el cole a Princesa, mis notas estaban mejorando, por lo menos una alegría se iba a llevar mi madre.
Comí lo más tranquilamente que pude y una vez hecho cogí mis libros y salí pitando al callejón donde me esperaba Princesa, quería enseñarle lo que había aprendido ese día y contarle la idea de preguntarle a los ancianos del lugar si sabían o habían escuchado alguna historia sobre seres en el agua, sí, sé que era una idea descabellada, pero algo teníamos que hacer para saber algo más sobre Princesa, más que nada por ella.
Me parecía extraordinaria a pesar de que no tenía magia ni poderes raros, era fea, no fea, sino extraña, su cuerpo era raro y su mirada de vez en cuando me daban escalofríos, pero eran muy pocas veces, las demás tenia una mirada de curiosidad exagerada, y de ser muy inocente, me gustaba estar con ella, no era gritona, ni era soberbia como los chicos del cole, preguntaba mucho y a mi me gustaba responderle, en parte me gustaba ayudarla y en parte me gustaba saber que dependía de lo que yo sabía, una cosa rara, pero me gustaba.
Llegué al callejón y allí estaba ella, con el cuadernillo que le dí esta mañana todo destrozado.
- ¿Que le ha pasado?
* No sé, me lo diste y entré al charco con el para verlo tranquilamente.
- ¿No me digas que hiciste eso?
* ¿El qué?
- Entrar con el cuadernillo dentro del charco
* Sí, quería verlo tranquila
- Ja ja ja ja ja ja ja, de verdad, un día me matas de la risa.
Me miró con cara disgustada, sin comprender que es lo que había hecho, pobrecita, me tocó explicarle que el papel se deshace con el agua y que no pasaba nada, que ya lo sabía para la próxima vez.
De verdad, Princesa es increíble, tan inocente como curiosa, a pesar de su aspecto y de que es fría como un reptil, es el ser más cándido que he conocido en mi corta vida, me encanta y me ilusiona haber conocido a este peculiar ser y que aprendamos cosas juntas.
Creo que de mayor, quizás si soy buena en lenguaje, escriba un libro sobre ella.
....
Me encanta! Podías hacer un dibujo de como son Princesa y Elinne!
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